sábado, 23 de febrero de 2008

Yo, mi, me, conmigo.

Estoy aburrida, el C.A.P. ,aunque a priori me parecía interesante, me esta resultando un suplicio. Vengo desde Zaragoza, Barcelona o cualquier otro lugar de España cada semana, por suerte y Dios mediante, la semana que viene terminamos. Me va a costar el cursito "la torta un pan" además de todo el esfuerzo y paciencia empleados e invertidos.
Me da un poco de pena escuchar a algunos de mis compañeros. Gran parte de ellos están aquí por tener "un papel más" y si después de todo lo que nos han contado sobre lo que debe y no debe ser un profesor, si ellos continúan aquí es para tirarse del pelo. Es normal que los profesores no cumplan los requisitos mínimos. Si no hay vocación, no se puede ser de niguna manera maestro de escuela.
Hablando en primera persona, Yo, personalmente, sí vengo por vocación, para muestra un botón: cada billete de tren me cuesta unos 100€, la estancia de cada fin de semana en león, me cuesta otro pico, desayuna, come y cena, .... en fin demasiados gastos para que no se me permita ni siquiera tener unas prácticas en un instituto, una muestra real de si valgo o no como profe. ¿Cuándo pretenden que me de cuenta si soy competente? ¿Después de aprobar una oposición?
No voy a poner en la palestra si el C.A.P. está bien organizado o no, sin embargo, se me plantea otra cuestión: cuando el C.A.P. se convierta en un master oficial de uno o dos años, con muchísimas horas más de teoría, etc. etc. ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Tendré que volver a venir desde Barcelona, Alicante o Sevilla?
Digan lo que digan desde las altas esferas, la educación en España, empezando por los niños de infantil y terminando por nosotros, es un fiasco. Pretende estar a la altura de Europa y lo que pasa es que "vade retro". La teoría está genial, eso de tener un curso de 10 o 15 alumnos, prestarles una atención super personalizada, aprender descubriendo, y todas esas cosas la verdad es que es muy bonito. De hecho considero que si se aplicase, España (y el resto de Europa) iría infinitamente mejor, porque la gran mayoría de personas seremos, o serán (los futuros beneficiarios) personas eduacadas, competentes y respetuosas con ellos y con el resto del mundo. En formato texto queda precioso. Falacias, porque ni se va a gastar dinero en esto, ni se pretende gastar (más que gastar invertir) el tiempo necesario en conseguirlo.
No es tan difícil tener una educación de calidad, sólo hay que querer.

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